Cuánta razón tiene Casalderrey:
"Cuando era pequeño, había en Maside coches híbridos (delante personas, detrás animales) que iban a ferias y mercados, en los días señalados, a los distintos pueblos y villas de la zona. En ellos se vendía-compraba ganado, quesos, chorizos, jamones, etcétera. Siempre había puestos de pulpo con lonas, bancos y mesas de madera, en los que se podía comer el cefalópodo á feira, merluza rebozada, chuletas de ternera... Todo perfectamente claro y funcionando. Luego las ferias de ganado se centralizaron. Y los mercados se convirtieron en mercadillos.
Ahora han surgido los mercados, unos entes etéreos, en donde ni siquiera hay pulpo, pero que dan la vara al personal de forma continua y machacona. Por culpa de estos mercados, la bolsa está por los suelos y la economía en recesión o a punto de estarlo. A esto se unen las agencias de reitin (suena así), que bajan las calificaciones de países sin haber hecho exámenes y sin que haya la posibilidad de reclamar para contrastar pareceres. Por si esto fuera poco, surgen parientes poco recomendables (primas de riesgo) que vienen a complicar más el panorama económico.
Así que no sé si sería mejor volver a las ferias y mercados de antes e ir a ellas en los coches híbridos actuales (gasolina-electricidad). Por probar no se pierde nada."
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