A modo de ensalada proyectiva, mediante un comunicado
que apenas hilvana con coherencia valoraciones sólo de importancia para quien
las emite, algunos dirigentes de ANPIR se despachan una vez más contra quienes
les señalan sus incoherencias, actitudes dudosas, y contradicciones.
https://www.anpir.org/uploads/attachment/attachment/146/Comunicado_La_replica_un_derecho_entre_otros.pdf
https://www.anpir.org/uploads/attachment/attachment/146/Comunicado_La_replica_un_derecho_entre_otros.pdf
No fuimos los primeros
No seremos tampoco los últimos en criticar unos
comportamientos asociativos ambigüos, y en alguna ocasión tramposos (sino véase
la jugada veraniega del intento de
promoción de un comunicado conjunto con
el COP para cubrirse las vergüenzas de un compromiso ya adoptado con el mismo
por parte de algunos dirigentes de ANPIR, los mismos que ahora cuestionan la
lealtad de quienes les denuncian)
Desde hace cierto tiempo, de forma ya imposible de ocultar ,
los dirigentes de ANPIR han decidido coincidir en su estrategia, sea cual sea
esta, con el COP-Estatal: es así que reconocen su legitimidad como
representantes de toda la profesión (incluida la psicología clínica que
intentaron destruir), organizan actos conjuntos que sólo valen para crear la
imagen de un COP preocupado por el desarrollo de la psicología clínica cuando
fueron ellos los que impidieron su crecimiento, olvidan un pasado que pervive plenamente
en el presente a través de la presencia en los mismos puestos de aquellos
dirigentes del COP que han hecho perder diez años de crecimiento a la psicología
española, se sientan y compadrean con aquellos que hace bien poco buscaban boicotear
el proceso de homologación de títulos hasta el último momento mediante actos inaceptables en una institución pública,
no reclaman de ellos la mínima autocrítica ni la democratización a una institución
que en los diez últimos años se ha caracterizado por la manipulación, el
dispendio de recursos, el silenciamiento
de opositores, etc., etc.
¿O es que estos
dirigentes de ANPIR ya no hacen ahora esa
valoración sobre lo ocurrido?.
Quizás los dirigentes de ANPIR esperaban que no se les pidiera explicaciones, o no se
analizara la objetividad de sus movimientos y relaciones y de la lógica deducible
tras sus acciones.
Incluso en algún momento alguno de ellos llegó a apelar con
altisonancia a su “soberanía”, y no para resaltar una cualidad del derecho de
las organizaciones a dirigir sus destinos
(que tiene como reverso la responsabilidad pública), sino como patente de corso para hacer lo que les
viniera en gana sin dar explicaciones a nadie.
En el desarrollo de la vida de las organizaciones no es
infrecuente la modificación de posturas. A veces de forma incoherente o
contradictoria con las sostenidas hasta entonces. También a veces esas modificaciones
no son explicadas por los dirigentes que las realizan, y otras veces son
ocultadas hasta que son presentadas como hechos consumados, provocando la
vivencia de manipulación y engaño en los afiliados y despertando las iras
contra esos dirigentes junto con el
desánimo y el escepticismo en los engañados. También hay dirigentes democráticos
que no ocultan sus actuaciones y estrategias, desean cambios y los somenten a
debate y, si considerándolos importantes no son aprobados, dejan libres los puestos de dirección para que
otros más identificados con la línea a seguir dirija la organización.
En las sociedades democráticas es costumbre la crítica a
otros por sus aciones públicas, e incluso muchos defendemos que es deseable y
saludable. Quien actua en lo público debe ser interpelado públicamente, y debe
estimar esa interpelación como un bien muy valioso. La defensa automática
frente a ello es un tic antidemocrático que ha de superarse.
No vamos a contestar a las apreciaciones personales que se
contienen en una comunicación de la que
debiera ser una postura de una organización.
Pero no podemos dejar sin señalar que los dirigentes de
ANPIR que han escrito ese texto lo que hacen (y aquí reside la diferencia entre la intención-subjetiva y el acto social-objetivo) es levantar una cortina de humo sobre
las cuestiones por las que han sido criticados. Tampoco aceptamos como válida una referencia general a la supuesta “difamación”
que ha sufrido ANPIR ya que es un viejo y conocido recurso el intentar identificar las percepciones de los dirigentes
con las de la organización. Esa actuación sólo informa de su actitud posesiva
hacia la misma, o del intento de implicar como ofendidos a quienes no han sido
citados, para así ganarse apoyos mediante manipulación.
La Mesa se hace responsable de lo que firma, no de las
contribuciones anónimas en los debates. Es elemental. Quienes somos, individual
y colectivamente, es algo conocido públicamente mediante la información contenida en entradas concretas. El blog es un instrumento abierto a la
comunicación. Multitud de blogs y medios de comunicación similares focalizan
sus esfuerzos en la garantía de los contenidos, con el control mínimo de los mismos
aunque impidiendo activamente la ofensa
a las personas. Algunos reclaman identificación y otros no.
Algunas personas,
por sus características, necesitan saber más quien lo dijo que lo que dijo,
con la oculta esperanza de poder neutralizar
el discurso inconveniente neutralizando al mensajero.
Nosotros no, no somos así.
Después del panfleto que
motiva este escrito siguen pendientes de aclaración pública exactamente las
mismas cuestiones que se le criticaban a los dirigentes de ANPIR antes de lanzarlo. Ninguna de
ellas ha sido contestada. Pero, cada vez más, ellos ahondan en su
identificación con el COP, al que incluso defienden en su escrito contra la
Mesa.
La interpelación pública persiste.
Una última reflexión, ¿sabeis?: no se puede engañar a todos
todo el tiempo (no es nuestro, es de Brecht como es sabido).
P.D.: la Mesa también incluyó otras dos entradas que citan a
ANPIR. Las añadimos también, para que la panorámica sea completa:
http://mesagalegadapsicoloxiaclinica.blogspot.com.es/2012/10/la-comision-nacional-de-psicologia.html