Neurofox tajante. Pues a ver que pasa.
¿QUÉ UNIDAD EN LA PSICOLOGÍA CLÍNICA?. Notas a vuela pluma.
La historia de la Psicología en España está marcada por la necesidad de abrirnos camino contra otros (reales o imaginados) que se opusieron en no pocas ocasiones a franquearnos la entrada en territorios del conocimiento, necesidad y hacer humanos.
Somos sabedores de la existencia de conocimientos útiles y necesarios para la mejor solución a graves problemas. Nos sentimos capaces de realizar esos conocimientos en acciones eficaces.
Nuestro desarrollo a la contra ha facilitado la creación de una identidad psi, que más a menudo de lo deseable se demuestra más determinante de nuestra conducta social que otras identidades. Para algunos/as es su única identidad. Para otros es sólo la marca de su trabajo.
Somos muchas identidades diferentes: seres vivos, humanos, españoles, vascos o andaluces, mujeres, hombres, estudiantes, vecinos, ciudadanos, ornitólogos (algunos), espeleólogas (otras),..., psicólogas/os.
La identidad psi, el “somos psicólogos”, informa en la actualidad muy poco de lo que nos une. Y crea una falsa percepción sobre el interés que compartimos. Tras nuestra identidad profesional existen enormes diferencias de intereses, visiones del mundo, experiencias, opciones, prácticas, estatus económico, condiciones de existencia, fantasías, esperanzas,..., enfados, compromisos.
No sé que es la identidad psi (y entiéndase que hablo también de la reciente identidad psi clínica). Sé que fue algo a la contra necesario para unir al grupo y así entrar con fuerza en aquellos territorios vedados y fantaseados. Pero no sé lo que es hoy.
Sí sé también, con seguridad, que es utilizada (ambas identidades: psi y psi clínica) para estimular la aparente unidad corporativista. Y entonces me pregunto: ¿quién gana con ello?. Y sólo concluyo que principalmente aquellos que han hecho del cultivo de esa identidad su principal profesión (como los oficiantes de las sectas): los responsables organizativos de las organizaciones corporativistas de los psicólogos (o psicólogos clínicos) en España (una pequeña parte del espacio asociativo, pero muy importante).
El corporativismo, en términos macrosociales, es básicamente insolidario. Y en relación al grupo que lo sustenta y lo sufre es como el timo de la pirámide. La organización social corporativista es lo más parecido a una bandada de estorninos cobijados en una palmera.
De las entradas añadidas en este blog en los últimos dias algo vamos aprendiendo.Quisiera destacar como se rompió en el 2005 en el Congreso de los Diputados la imagen de unanimidad de la psicología española (en realidad la imagen de la existencia de una única representación e interés) en torno a la reivindicación del COP de que la psicología era una profesión sanitaria. Fue esa ruptura de aparente unanimidad (léase para ello la brillante intervención de la diputada del BNG cuando dice aquello de que habló con todos) lo que permitió abrir un debate, porque un debate es confrontación de visiones (y siempre, en el fondo, de intereses), es diversidad, es diferenciación a la búsqueda de la creación de un espacio de encuentro nuevo y de síntesis.
La cúpula dirigente del COP, vulnerando los derechos de todos nosotros, dañando la democracia, impidiendo el ejercicio de derechos básicos (a la libertad de expresión, a la libre comunicación de las ideas), ha intentado en todos estos años proyectar la imagen distorsionada de que en la psicología española sólo hay una voz, la suya, la de sus dirigentes desde hace más de veinte años.
Nuestro trabajo se ha orientado a hacer que otra voz se oyera: primero en el colectivo profesional y académico y lo logramos, después en el Congreso y también lo logramos, más tarde y a lo largo de años en los Ministerios y lo fuimos consiguiendo, y hace unos dias en la calle y tuvieron que oirnos (bien lo saben quienes estuvieron dentro del Ministerio).
Y gracias a ello hemos conseguido conjurar, hasta aquí, la grave amenaza que sobre la supervivencia de la especialidad había proyectado ese COP, y sus aliados académicos, con su estrategia de generalización y banalización de la condición sanitaria a toda la profesión. Incluso hemos logrado que la especialidad creciera: cuatro años, diversificación en el programa formativo, práctica finalización del proceso de acceso al título por vias transitorias,... Porque la especialidad merecía la pena, era socialmente útil, era progreso y no sólo la base de nuestro sustento (que también). Y gracias a ello, al esfuerzo por elevar nuestra voz, diferenciada, crítica, separada, ese COP todavía no ha conseguido en realidad nada de lo que pretendía, a pesar de que intente convencer a quienes ha manipulado, usando sus enormes medios de propaganda, sobre su supuesta victoria con la creación del máster (de hecho su única victoria, la que debe preocuparnos, es que haya impedido con su traición en el Senado el acceso desde el máster al PIR ).
Pero en el mes de marzo de este año, usando habilidades y armas propias de enemigos, los dirigentes del COP consiguieron crear la foto en la que, con la participación inconsciente de algunos y quizás no tanto de otros, lograron aparecer como presidiendo la práctica totalidad de la psicología clínica española. Con esa imagen pudieron reclamarse de nuevo representantes legítimos de la totalidad, y con ello, y la predisposición oportuna de algún cargo ministerial de nivel medio, ser otra vez los interlocutores únicos de la Administración. Lo que habían necesitado en todos estos años lo conseguían al fin. La identidad psi otra vez había unido fatalmente a todos, por mucho que a algunos sólo los había paralizado momentáneamente. Pero a otros sólo nos había indignado.
Y el resultado ahora es conocido: ahí está la propuesta que lograron que saliera en el Senado y el riesgo de futuro que contiene, y la recepción tardía de nuestros representantes por la Administración (realizada sólo cuando otra vez logramos hacernos oir como voz diferente, con otra identidad que no sólo es la psi).
Soy antes que psi ciudadano, soy antes que psi una persona, soy antes que psi demócrata y progresista, soy antes que psi nacional de este pais y europeo.
¿Qué unidad entonces?. ¿La que se reclama como necesaria basándose quien la propone en el supuesto interés psi común?. ¿Debería considerar algo más para valorar lo que me están proponiendo?. ¿No debiera, cuando menos, exigir democracia y responsabilidades como condición para empezar a hablar?. ¿O me vale cualquiera para ponerme de acuerdo con tal de que sea psicólogo?. ¿O ando a otra cosa?.
¿Qué unidad?. ¿La de los burócratas que dirigen las organizaciones corporativistas apelando a nuestra identidad psi o psi clínica?.
De esa unidad ya sabemos cuales son los resultados. Esa es su unidad, informa bien de lo que comparten y dice mucho de lo que nos diferencia.
Neurofox
Una mano y un ojo a favor de las aves: contra el parany
http://www.cazailegalaves.es/parany/actua.php
La unidad la entienden como uno es el que decide y el resto sí buana.
ResponderEliminar¡Caramba! cuánta razón tiene Neurofox. UFFF cuánto para reflexionar!
ResponderEliminarPero: algo habrán aprendido quienes cayeron en la trampa y se reunieron con el COP. El hombre es el único animal que cae dos veces en la misma piedra, pero con tanta informaicón como la que hay en el blog, creo que caer no sería de tontos, sino de algo mucho peor...
Estoy seguro de que esta vez el COP no logrará engañarles de nuevo, no acudirán a ese canto de sirena (más bien graznido). ¿verdad?